¿Aún estás esperando tu carta de admisión a la escuela de magos? Mientras esperas, quizá quieras probar y darte un anticipo de lo que será tu futura gran vida como magnífico hechicero. Entre cazar dragones y correr en tu escoba, también tendrás que... cazar criaturas de gelatina blanda en los pantanos que rodean tu torre. Por fin ha llegado el momento de meter los dos pies en el barro y lanzar bolas de fuego a esas pequeñas alimañas.